Ante la creciente preocupación de la población barquisimetana por la supuesta presencia de múltiples casos de Leishmaniasis en la ciudad, parece pertinente brindar información más precisa sobre el mecanismo de transmisión.
Primeramente es necesario aclarar que no se puede confirmar la presencia o ausencia de casos de Leishmaniasis, fuera de las declaraciones oficiales de las autoridades sanitarias de la región, por lo que el siguiente artículo se limitará a un análisis académico desde la Salud Pública.
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria zoonótica, lo que quiere decir que se transmite entre humanos y animales, esta transmisión es sólo posible a través de un vector presente en el continente americano, el díptero hematófago (entiéndase mosquito) del Género Lutzomyia; aunque existen otros vectores en Europa. Este mosquito toma la sangre del animal infectado, el cual debe ser un vertebrado, comunmente un roedor o un perro, se infecta del parásito y posteriormente lo transmite a otro animal o humano. Entre una a doce semanas después, se desarrolla una lesión en piel en el caso de leishmaniasis cutánea, o inflamación de hígado y bazo en el caso de leishmaniasis visceral.
Quizá el elemento más importante a considerar es que el vector comúnmente habita entre 600 y 3000 metros sobre el nivel del mar (msnm), lo que deja por fuera gran parte del territorio del estado Lara que promedia 500 msnm, y también, aunque por poco, a Barquisimeto, del que se reporta 570 msnm, en la práctica se han conseguido mosquitos a 500 msnm, pero son más escasos. Algunas zonas con cierta altitud, que rodean a la ciudad hacia el suroeste, reúnen condiciones para la presencia del mosquito, Río Claro y El Manzano por ejemplo, poseen relieves a 800 msnm. Se han encontrado el vector en algunas zonas como la Quebrada de la Ruezga y en las inmediaciones del Río Turbio. El mosquito además, suele preferir las áreas forestales y aunque lo logra, le cuesta adaptarse a las áreas urbanas, lo que dificulta su transmisión en las ciudades inclusive en edificios altos. Otro aspecto a considerar es que el vector no suele desplazarse más de 200 metros de lejanía desde su criadero, por lo que aún en las comunidades con cierta altitud, pero distantes entre ellas, y además rodeadas de zonas sin altitud, dificultaría también la aparición de nuevos casos.
Frente a esta información teórica, es fácil deducir que sí es posible la aparición de casos de leishmaniasis en Barquisimeto, sin embargo es difícil su propagación debido a que el vector se encuentra en lugares puntuales, no suele desplazarse grandes distancias y la ciudad no reúne las condiciones idóneas para su reproducción. Aún así, las autoridades sanitarias deben estar atentas a la aparición de nuevos casos.
Nunca está de más tomar medidas para el control de mosquitos, lo que, ante el caso de Barquisimeto contribuiría a evitar la propagación de otras enfermedades. De la misma manera es útil el uso de repelente y ropa que cubra la piel, en el caso de visitar zonas que reúnan condiciones de transmisión.
Agradecimientos especiales a:
Lic. Luis Traviezo
Docente de Parasitología UCLA
Dr. Guillermo Bervíns
Maestrante en Salud Pública
Fotografía: Pixabay - Bru-nO
Referencias:
LEISHMANIASIS. Dres. Leonardo Sánchez-Saldaña1, Eliana Sáenz-Anduaga, Julia Pancorbo-Mendoza, Robert Zegarra-Del-Carpio, Norma Garcés-Velasco, Alberto Regis-Roggero. http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/dermatologia/v14_n2/pdf/a02.pdf
Relieve de Barquisimeto, municipio Iribarren https://gelvez.com.ve/barquisimeto/altitud.html
Mapa Cartográfico del Estado Lara http://www.igvsb.gob.ve/documentos/mapas_fis/lara.pdf