El insomnio se trata de un trastorno que consiste en la dificultad para conciliar y mantener el sueño afectando de manera importante a la energía del individuo, su estado de ánimo, salud, desempeño laboral y calidad de vida. La pandemia ha contribuido a un mayor insomnio. Esto se produce, principalmente, por factores como el estrés, disminución de la interacción social, incertidumbre y alteración en la higiene del sueño asociada a la automedicación de hipnóticos.
Sin embargo, esto no se ha visto necesariamente reflejado en un aumento de las consultas, principalmente debido a las dificultades en los traslados y miedo al contagio en los centros de salud, pero no significa que no esté ocurriendo. El problema radica en que durante las horas de sueño se realizan funciones vitales básicas para el organismo, indispensables para el buen funcionamiento físico y mental.
Además, existe aumento en el riesgo de desarrollar patología cardiovascular y padecer enfermedades metabólicas como diabetes y resistencia a la insulina. También, empeora síntomas de la esfera de los trastornos del ánimo, provocando dificultad en la concentración e irritabilidad.
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